INGREDIENTES
- 2 pollos de aprox. 1,5kg.
- 1 cucharadita de jengibre molido Santa Mónica.
- 1 o 2 cucharaditas de mezcla de cinco especias chinas Santa Mónica.
- 1 cucharadita de sal del Himalaya.
- 1 cucharada de aceite de sésamo (ver notas).
- ½ cucharadita de pimentón picante Santa Mónica.
- ½ taza de cebolla de verdeo finamente picada (la parte blanca y la verde).
- 1 taza de mermelada de damasco (más típico) o en su defecto chutney de mango. Ver notas.
PROCEDIMIENTO
- Precalentar el horno a 200ºC.
- Colocar los pollos en una fuente rectangular para horno (si es de vidrio, mejor).
- En un recipiente pequeño, mezclar el jengibre, las cinco especias, la sal, el aceite de sésamo y el pimentón picante. Frotar una cucharadita de la mezcla por dentro de cada pollo. Agregar la mermelada a la mezcla restante y cubrir el exterior de cada pollo generosamente.
- Rociar rápidamente las cebollas de verdeo sobre los pollos y poner la fuente dentro del horno precalentado. Hornear por 1 hora y 10 minutos o hasta que las cebollas de verdeo estén crujientes y salga jugo de color claro de la pata de cada pollo al pincharlo con un tenedor.
- Importante: dejar enfriar por 10 minutos antes de trinchar. Ver notas.
Notas:
- Rinde de 8 a 10 porciones.
- En caso de no contar con aceite de sésamo, en este caso es viable utilizar ½ cucharada del aceite de su preferencia, agregando ½ cucharada de sésamo recién tostado a la mezcla. Para esta receta se puede hacer, ya que es para preparar un marinado.
Se sugiere no usar aceite de oliva en este preparado, pues su sabor tan particular puede tapar el sabor del sésamo. - Se puede preparar una mermelada de damascos con la siguiente receta:
- 500g de damascos deshidratados
- 50g de azúcar rubia
- Licor de damascos o triple sec, cantidad necesaria
En un bowl, preferentemente de vidrio, colocamos los damascos, el azúcar y cubrimos la mezcla con el licor. Lo dejamos macerar bien tapado durante 24 horas.
Pasado este tiempo, el azúcar se habrá disuelto, los damascos estarán tiernos y el licor se habrá transformado en una suerte de almíbar. Se coloca esta preparación en una cacerolita a fuego medio/alto y se cuece revolviendo hasta que adquiera la consistencia de una mermelada (lleva de 5 a 10 minutos).
- El reposo de las carnes una vez cocidas es fundamental para mantener la calidad del plato terminado. Cuando retiramos la carne del horno, ésta se halla a la temperatura del mismo, que para este tipo de elaboración excede ampliamente los 100ºC; por lo tanto, los jugos en el interior están hirviendo y en constante movimiento. Si cortamos la carne enseguida, éstos escurrirán al exterior irremediablemente dejándonos con una carne seca y algo desabrida, mientras que si dejamos que repose éstos se asentarán y obtendremos una preparación jugosa y llena de sabor.