Se denomina así a las semillas del cilantro. El sabor de las semillas es más sutil que el de las hojas. Toda la planta es comestible, pero son sus semillas y sus hojas las de uso más extendido. Su uso está muy extendido en cocinas de todo el mundo: asiática, sudamericana y mediterránea.
Sus semillas desprenden un aroma cítrico al machacarlas. Es muy popular su uso en curries, pero también en la sazón de algunas cervezas de Bélgica, salchichas en Alemania y en Sudáfrica, así como también se utiliza de sustituto de la alcaravea o kümmel en el pan de centeno de Europa central y de Rusia. En Oriente medio es común su añadidura al café.
Sus hojas se utilizan siempre frescas para conservar su sabor y su aroma, así como su aspecto. Se añade a los platos al momento de servir; es popular en sopas, en guacamole, acompañando carnes y también como un verde más en ensaladas.
Dentro de sus usos medicinales son muy apreciadas sus propiedades antiespasmódicas, estimulantes y digestivas. Como bactericida se utiliza para combatir el mal aliento masticando las hojas. El jugo extraído de la planta, en aplicación tópica, combate los olores corporales.