El comino, una pequeña semilla con un gran impacto en la cocina, ha sido un tesoro culinario durante siglos. Con su aroma cautivador y su sabor distintivo, esta especia ha conquistado los paladares de diferentes culturas y se ha convertido en un ingrediente imprescindible en numerosas recetas alrededor del mundo.

En Santa Mónica, nos apasiona ofrecerte especias de la más alta calidad, y el comino no es la excepción. Nuestro comino, seleccionado con esmero y molido cuidadosamente, te brinda la oportunidad de experimentar su delicioso sabor en tus preparaciones culinarias (o “culinarieces”, como decimos los amigos de la Casa).

El comino se caracteriza por su sabor cálido, terroso y ligeramente picante, que añade profundidad y complejidad a cualquier platillo. Desde platos tradicionales como el chili con carne o el curry hasta creaciones más innovadoras, el comino se adapta perfectamente a una amplia variedad de recetas. Su versatilidad es una de las razones por las que se ha convertido en un ingrediente tan querido en la cocina.

¿Y por qué decimos que es una especia polémica? ¡Porque habemos mucho a los que no nos gusta! El aroma del comino solo es muy particular y genera reacciones muy diversas: hay quienes aspiran más fuerte y se llenan la nariz y los pulmones, y hay quienes buscan desesperadamente la tapa del frasco o el palillo de la bolsa.

Esto se debe, además de la afinidad propia de cada individuo con lo que captan sus sentidos, a una fuerte raigambre de la creencia de que se utilizaba para disfrazar tufillos en la comida que ya no estaba muy cristiana. En realidad esto no es exactamente así, sino que desde la antigüedad se conoce que las especias son conservantes naturales, y ayudan a extender en cierta medida la vida útil de alimentos de origen animal (proceso de curado); sin embargo, era inevitable que en algún momento se pusieran feos. Además, cuando los condimentos envejecen, el comino destaca muy poderosamente. Así se explica esta asociación.