Es un árbol de hoja perenne nativo de las costas del Mar Mediterráneo y cuyas hojas se utilizan a modo de especia.
En nuestro país crece en abundancia, pero es muy sensible a las heladas.
Es un ingrediente recurrente en la gastronomía europea, particularmente en las regiones que baña el Mediterráneo, aunque se ha difundido su uso en toda América. Se utiliza para los más variados platos: sopas, guisos, salsas, estofados, carnes blancas y rojas, mariscos y vegetales. Incluso hay versiones de arroz con leche con un toque de laurel. En general se utilizan enteras (a modo de bouquet garni), y se retiran antes de servir (es muy importante ya que se considera una descortesía no hacerlo).
En cuanto a facultades terapéuticas, el laurel constituye un tónico estomacal, antiinflamatorio articular y un eficaz combatiente de la pediculosis.
Su madera es muy apreciada para trabajos de taracea y marquetería, tradiciones artesanales árabes que se mantienen en Andalucía y Granada hasta nuestros días.